miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿Qué quieres ser de grande?

Aló mis queridas blogettes!

Pues bueno, aquí me tienen contestando la ancestral pregunta de ¿qué quieres ser de grande? Y después de ver sus comments me di cuenta de que tienen muchísimas dudas y de que la mayoría se preocupa por escoger lo indicado, esto es un poco de mi historia y como llegué a trabajar aquí. Así que espero que no tengan nada mejor que hacer, porque este blog va para largo.

Había una vez…
Quisiera decirles que nací con una revista bajo el brazo o que toda mi vida trabajé con la meta de ser Directora Editorial de una revista… la verdad es que no fue así. Siempre envidié a la gente que sabía qué quería ser de grande desde chiquitos, como por ejemplo mi hermana, ella siempre supo que quería ser veterinaria; es más hasta tenía una lonchera con algodón, alcohol y creo que hasta Vapo-rub y que sacaba en cuanto veía a un animal herido, creo que eso se llama vocación, ¿cierto? Yo nunca pensé que era buena para algo… sabía para que NO era buena como las matemáticas (pregúntenle a quien quieran y sabrán que ni la propina sé calcular!!!), pero tampoco tenía el focus que mi hermana tenía, por ejemplo. Me gustaban mil cosas, quería ser locutora de radio, diseñadora de modas, escribir en un revista… y una larga lista de etcéteras.

Ahora que miro hacia atrás, hubo ciertas señales que me decían hacia donde me iba a llevar la vida y qué terminaría haciendo.
PISTA #1: Cuando tenía como 10 ó 12 años, se me ocurrió escribir una novela, de un inspector inglés y toda la cosa, nunca la terminé porque estaba muy fumada para ese entonces jajaja, pero mi mamá (al fin y al cabo ellas siempre tienen la antena bien puesta) decidió guardar ese papelito con la obra maestra en potencia de su querubina (de hecho todavía la tiene guardada).
PISTA #2: Más adelante cuando entre a la secu, leer era mi pasión, iba en una escuela de puras mujeres y la maestra de literatura nos dijo que teníamos que montar una obra adaptándola de un libro que nos gustara. Como saben, Mujercitas es mi libro favorito y siendo una escuela de puras mujeres dije '¡genial! así nadie se tiene que disfrazar de hombre'. Yo armé a mi equipo, adapté el primer capítulo del libro, repartí personajes (obvio yo era Jo) organicé los ensayos, el vestuario, la escenografía y demás… creo que nunca me había sentido tan emocionada de algo en mi vida y bueeeeeeno, cuando presentamos la obra yo estaba feliz, la verdad no me importaba mucho si era la mejor o no, sólo me acuerdo que después de presentarla me sentía superfeliz. Y por si fuera poco, la maestra puso a votación en el salón y la mayoría dijo que nuestra obra había sido la más padre. ¡WOW!

Cuando iba en la prepa, siempre me azotaba porque sabía que cuando llegara a 3º me iba a tener que poner a pensar en qué quería estudiar. Nunca fui a ver Universidades porque la neta no sabía qué quería hacer con mi vida. Me acuerdo que le dije a mi mamá “Má, me late que me voy a tomar un año sabático para ver qué onda con mi vida.” ¿Saben qué me contestó? “Si no entras a la escuela entonces a ver quién te la paga.” Y ante tan buena respuesta no me quedó de otra más que ponerme a buscar escuelas. Así encontré la UVM y decidí meterme a comunicación.

Durante la Universidad yo seguía sin saber qué hacer… me gustaba los medios y la clase de Radio y de Foto eran mis favoritas, pero al llegar a 6o. semestre tomé dos clases que me hicieron pensar que a lo mejor había encontrado mi vocación: Géneros periodísticos y Literatura Universal. La primera materia era lo máximo, la maestra se llamaba Alina y te ponía a escribir de todo, notas periodísticas, crónicas, hacer análisis de libros como A sangre fría de Truman Capote y me encantaba su clase porque era una maestra ruda y que no aceptaba trabajos bullshit, así que el que te felicitara o te dijera que hacías las cosas bien era ¡lo más! Literatura fue lo máximo porque tenía una maestra excelente que le daba un giro total a las clases… por ejemplo nos ponía a reescribir capítulos de libros de Gabriel García Márquez, ponerle final a cuentos inconclusos, sus clases me parecían tan increíbles que siempre le echaba muchas ganas a mis tareas… un día en clase dijo “les voy a leer un trabajo que me encantó y merece la pena que todos lo escuchen” y cual va a siendo mi sorpresa que empieza a leer ¡el mío! Bueeeeeno yo no cabía por la puerta de la emoción, es más, en ese trabajo me puso una nota que decía “Fue un placer leer tus trabajos” y que a la fecha tengo guardado.

Antes de salir de la escuela una conocida me dijo que si no me interesaba leer las cartas que mandaban a una revista yo era fan de las revistas en general y entre ellas 15 a 20, me dijeron que me pagaban 200 pesotes!!! Y así empecé, llegaba a la oficina, me daban mi bolsota llena de cartas y yo sólo tenía que leer y apuntar en una hoja el tema para que las editoras armaran los números en base a lo que quería las lectoras. Un día que fui a entregar mi chamba me encontré a la editora de ese entonces, Ruth que estaba vuelta loca porque no tenía correctora para la revista y me dice, “¿No conoces a alguien que tenga buena ortografía?” y yo sólo dije, “pues me conozco a mí.” “Ah perfecto,” me dijo, “llévate estos textos y me los traes corregidos mañana.” Y yo así de WOW! Me acuerdo que me pasé hoooooooras corrigiéndolos porque quería que le gustara mi trabajo, al día siguiente se los llevé, los revisó rápidamente y me dijo, “muy bien, oye, ¿no te gustaría escribir artículos para la revista?” “¡Claro!”, le contesté y me encargó dos. Unos meses después me volvió a llamar para decirme que fuera a verla a su oficina. Yo juraba que me iban a decir que gracias por participar, pero Ruth me dijo, “¿te gustaría trabajar medio tiempo como editora?” Y bueeeno casi me caigo de espaldas, y como dicen por ahí… el resto es historia.

De hecho ya llevo aquí cerca de 10 años, sí, llevo 10 años en mi primer trabajo y es que la neta no se me hace tanto tiempo. He aprendido tanto y disfruto tanto lo que hago que la verdad, ni siento que es trabajo, así que mi consejo es que no piensen qué van a estudiar, piensen ¿qué les gustaría hacer el resto de sus vidas? Y a partir de ahí construyan el camino hacia atrás… si mueres por ser doctora o abogada, la tienes muy fácil pues ya sabes qué carrera debes estudiar… pero, por ejemplo qué tal que a ti te gustaría ser coordinadora de modas de una revista por ejemplo, no existe (creo yo) una Licenciatura en Coordinación de Moda, así que ahí puedes seguir los pasos de Ceci Meza, ella estudio diseño de modas (obvio tienes que tener conocimiento sobre lo que te quieres dedicar) y ahí conoció a una chava que trabajba en 15 a 20 como coordinadora, ella se fue a España y le dejó la chamba a Ceci, aparte, gracias a que durante este tiempo ha tenido oportunidad de trabajar con varios fotógrafos coordinadores de foto, maquillistas y demás de ahí también consiguió chamba para coordinar catálogos de ropa y publicidad… nada mal, ¿no creen?

Y bueno, alguna vez en un libro leí una frase que me marcó, es de Confucio y dice:
“Choose a job you love, and you will never have to work a day in your life."
Que más o menos quiere decir: “Escoge una ocupación que ames y no tendrás que trabajar un sólo día de tu vida.”

Ojalá y este post les ayude y ya saben que aquí estoy 24/7!
Xoxo
Gabs